lunes, 2 de diciembre de 2013

elogio de la sinceridad

“Cuando un hombre tenga la fuerza de ser sincero, veremos extenderse por todo su carácter el valor, la independencia general, un dominio de sí mismo igual al que ejerce sobre los otros, un alma despejada de nubes, de miedo, de terror, el odio por los vicios y el desprecio por quienes se entregan a ellos. De un tallo tan noble y bello sólo brotan ramas de oro.”


—Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu, Elogio de la sinceridad

decidir que quieres



es muy cierto es la base para ser felices tomando buenas decisiones

valores comunes

un ogro simpaticón

http://www.encuentos.com/cuentos-infantiles/cuentos-infantiles-con-rima/un-ogro-simpaticon/


Existió hace algún tiempo, un ogro siempre contento
A todos desorientaba, pues todo el día cantaba
Las personas no entendían. Muchas preguntas se hacían
“¿Han visto que no nos grita? ¿Notan que nunca se irrita?”
“ Un ogro tan singular, seguro no es de fiar”
¡Algún día atacará! ¡Sin dudas, eso hará!
¡Por las dudas desconfiemos! ¡Seguro, eso haremos!
Y solito lo dejaron y lo hicieron a un costado
El ogro entristecido, no encontraba el motivo
para tanta desconfianza, más no perdió la esperanza
Era bueno y sonriente ¿lo entendería la gente?
Y como no se enojó, su esfuerzo redobló
Empezó así un intercambio, que se daba casi a diario
A quien lo no lo saludaba, su sonrisa regalaba
Al que no le sonreía, una flor él le ofrecía
¿Gestos pocos amigables? ¡Caramelos masticables!
Los días fueron pasando y la gente fue cambiando
Por fin todos entendieron el error que cometieron
Juzgaron por condición, sin mirar su corazón
Aprendieron la lección y crecieron un montón
Y se hicieron muy amigos, el buen ogro y sus vecinos
Fin
Un ogro simpaticón

ivan pavlov

el valor y el miedo

En un lejano pueblo y hace muchos años, vivía Sabrina, una pequeña niña que era muy querida por todos los vecinos. Ella había sabido ganarse el afecto de todos porque siempre estaba corriendo alegremente por las calles del pueblo, cantando y llenando de flores silvestres las ventanas de las casas.Cierto día se enfermó. Despertó a las cuatro de la madrugada con muchísima fiebre. Sus papás la atendieron de inmediato y le dieron las medicinas apropiadas para estos casos, al mismo tiempo que le ponían paños fríos en la frente. Sin embargo, la fiebre no cedía y, a pesar de los esfuerzos y de la dedicación de sus padres, no podían bajársela.
Cuando concurrieron al médico y le hizo una revisación integral, descubrió dos pequeñas heridas en su pierna que correspondían a una mordedura. Él ya había visto ese tipo de marca provocada por una serpiente venenosa del monte y sabía que se curaba con una hierba que crecía al pie de la montaña.
Convocó al pueblo entero para que se reuniera en la plaza y, después de contar la situación de Sabrina, pidió un voluntario para que fuera a buscar la hierba. Advirtió que no se podía esperar hasta el día siguiente porque sería tarde.
–Yo voy –dijo David –Se puso de pie y fue hasta su casa a buscar una antorcha y un abrigo porque ya estaba atardeciendo e iba a tener que volver entrada la noche.
Cuando ya se estaba poniendo en camino, se le acercó Pedro, otro joven y le dijo:
–Te voy a acompañar; la verdad es que estoy muerto de miedo. Me parece que ir a la montaña, de noche, con los animales salvajes y esa tormenta que se aproxima, es una locura, pero tu valor me da fuerzas.
–Yo también tengo miedo, mucho más miedo de lo que tú crees– dijo David.
– ¿Y entonces? ¿Cómo te animas? –Preguntó Pedro – ¡Además ibas a ir solo! ¡Eres un inconsciente, no sabes lo que haces!
–Si quieres, puedes decirme que soy valiente pero puedes estar totalmente seguro de que no soy inconsciente –contestó David.
–Es cierto que haría cualquier cosa por salvar a Sabrina. Pero, si no estuviera seguro de que soy capaz de traer lo que necesita para curarse no me hubiera ofrecido para ir a la montaña ni hubiera aceptado el desafío. Fíjate que, en todo el pueblo, soy el que tiene más posibilidades de llegar. Soy joven, fuerte y podría ir hasta la montaña con los ojos cerrados pues me he criado allí. Además, conozco las características de esa hierba que necesita el doctor para hacer el antídoto y sé perfectamente a donde ir para localizarla. Una cosa es tener miedo y otra, muy distinta, tener el coraje necesario para superarlo.
Fin


perduren los valores

el lobo que cambio su destino

Érase una vez un joven lobo que vivía en el bosque. Se destacaba de los demás por su empatía, fidelidad y ese eterno deseo de ayudara los demás.
Su vida pasaba plácida entre sus compañeros de manada. Dedicaba su tiempo a educar a los lobos más jóvenes que él en el difícil arte de ser lobo, construyendo estrategias para que se convirtieran en excelentes cazadores, protectores y proveedores de la manada. Era un lobo muy admirado y querido por todos.
Este lobo tenía un sueño: recorrer las planicies, alcanzar la cima de las montañas más altas y descubrir nuevos bosques y; por qué no, conquistar a su pareja para nunca separarse de ella. Todos conocían sus sueños y lo alentaban a seguir adelante. Él seguía preparándose en cuerpo y alma para el viaje que tarde o temprano emprendería.
Al fin llegó el día tan esperado. Algunos de sus hermanos también se habían preparado para partir. La emoción se sentía en el aire. Todos los preparativos estaban listos, nada se había omitido. Por fin tantas horas de preparación daban sus frutos. Se despidieron de los demás y emprendieron la partida. No habían salido aún de los contornos del territorio que ocupaban cuando alcanzaron a escuchar sollozos. Alguien se lamentaba lastimeramente.
El grupo se dirigió hacia el lugar y se encontraron a la loba más vieja de la manada con dos lobeznos que pertenecían a su clan. El lobo amablemente se acercó e indagó sobre lo que ocurría.
La anciana loba le contó que su hijo tenía días de haber salido de cacería con otros compañeros, los demás volvieron pero él no regresó. Ella se había aventurado con sus nietos para buscarlo pero no lo encontraron. La manada de lobos pospuso la partida pues consideraron prudente ayudar en la búsqueda.
Pasó una semana y no lo encontraron así que los lobos decidieron partir. Muy de madrugada prepararon la partida. Todos estaban muy emocionados, al partir, el lobo amable se despidió de la anciana loba y sus nietos. Mirándolo con tristeza le desearon lo mejor. El lobo amable, con un nudo en la garganta, se despidió.
Llevaban media hora de camino y bruscamente el lobo amable detuvo su carrera, al verlo sus compañeros se preocuparon pues conocían su corazón. Uno de ellos se le acercó y le preguntó que le sucedía y escuchó lo que más temía, la decisión del lobo amable los dejó perplejos. Regresaría a la manada y se ocuparía de los lobeznos y la anciana loba mientras regresaba el hijo ausente.
Los lobos no se midieron en razones para que no regresara, era su sueño, se había preparado tanto para este momento y ahora lo dejaría todo por resolver un problema que no le pertenecía, no era responsable por ellos. No era justo. Iba a cambiar su destino.
El lobo amable dio media vuelta y se alejó de ellos lo más rápido que pudo, no quería que lo vieran llorar. Es cierto, perdía su sueño y su decisión le dolía pero alguien necesitaba su apoyo, sus consejos y él podía esperar. Ya habría tiempo. Sus amigos esperaron un rato con la esperanza de que volviera con ellos pero la espera fue inútil.
Se miraron unos a otros y decidieron marcharse, en fin las acciones heroicas dirigidas por un corazón lleno de amor siempre son catalogadas como una locura y los que las realizan son, para el común de los demás unos tontos; pero para quien conoce el alma y su inmensidad su decisión fue la prueba de amor y desprendimiento más pura.
Fin



construir

el noble jardinero

Los rosales vivían felices. Sin duda, estaban cuidados con esmero y amor.
Junto a uno de ellos, crecían también unasflorcitas de color amarillo, muy bonitas.
Un día, el jardinero las noto decaídas…
-¿Qué sucede?-les pregunto.
Una de ellas respondió:
-Pues está claro, las rosas son admiradas por su belleza, en cambio nosotras, tan insignificantes, nadie percibe nuestra existencia, eso nos pone tristes-.
Entonces el jardinero replicó:
- Yo las quiero y valoro tanto como a los rosales, deben aceptarse como son, no olviden que son únicas en este lugar.
Vivan felices también ustedes-
Y a partir de ese día, ya no volvieron a sentirse tristes, y crecieron más, y fueron apreciadas por todos los que visitaban el jardín.
Fin


las lagrimas de papá

Sucedió hace como un mes: jugábamos mis amigos y yo a los astronautas en la hora de recreo cuando, de pronto, a causa de lo rápido que piloteaba mi nave (porque los cohetes viajan a la velocidad de la luz y la luz es realmente veloz) no me percaté de que había una botella de gaseosa tirada en el suelo y tropecé con ella.
Entonces sí que volé de verdad, pero el aterrizaje resultó tan doloroso que deseé nunca haber despegado. Me raspé las manos y, lo más grave, me desgarré las rodillas. Sentía tanto dolor que empecé a llorar desconsoladamente. Se agruparon en torno mío muchos chicos de todos los grados, además de mis amigos.
Alejandra, que me estaba limpiando la sangre con el mantel en el que su mamá le manda la fruta, les pidió a dos de tercero que llamasen a la enfermera. Yo no paraba de llorar. Fue entonces que un chico de sexto, mirándome burlón, dijo:
- Cállate, ¿no sabes que los hombres no lloran?
- Cállate tú-intervino Alejandra -, ¿cómo no va a llorar si le duele?
El niño no respondió y se alejó riendo. Yo me sentí avergonzado. No volví a llorar ni cuando la enfermera me puso alcohol en las heridas… ¡Y dolió tres veces más que la caída! Al parecer yo había aprendido una lección ese día: no debía llorar pasara lo que pasara, porque era un hombre. Me lo prometí a mí mismo, pero…
Una semana después, mamá regresó temprano de trabajar y nos llevó a mi hermanito y a mí al cine. Vimos una película tristísima sobre un perro que esperó a su amo muchos años sin saber que este había muerto, hasta que, finalmente, él también murió. Hice de todo por contenerme, pero no pude. Mamá y Rodrigo también tenían los ojos rojos al salir del cine.
Me dio mucha rabia no haber podido cumplir mi promesa. Todo el camino de regreso estuve callado. Al llegar a casa abrí la puerta de mi cuarto de una patada. Papá, que ya había llegado de trabajar y estaba en la sala leyendo, acudió inmediatamente a ver qué pasaba. Le expliqué todo.
- Respóndeme algo, Sebastián -dijo- ¿Por qué los hombres no debemos llorar?
- Porque somos hombres. – contesté.
- Sabes bien que esa no es una razón.
- Porque somos fuertes y valientes. - ¿Y las mujeres no lo son?
- Sí, pero no tanto como los hombres.
- Pues tu mamá es tan fuerte y valiente como yo, incluso más. No supe qué responder.
Él continuó:
- Entonces, está bien que las mujeres lloren porque son débiles y cobardes, según tú, ¿verdad? Y los hombres que lloran también lo son, ¿no?
- Eeehh…
- Bueno, me entristece que pienses eso de tu mamá y de mí.
- ¿De ti? - Claro. Yo lloro.
- ¿Cuándo?
- Cuando me invade una emoción intensa. Por ejemplo, la primera vez que te cargué, el día que naciste, me sentí tan feliz que lloré meciéndote en mis brazos.
- No sabía… -balbuceé. - Bueno, ahora lo sabes. Escúchame bien, hijo: el que un hombre llore no lo hace débil, al contrario: solo los hombres fuertes y seguros de sí mismos se atreven a expresar sus sentimientos sin importarles qué digan los demás. Yo quiero que tú seas uno de esos hombres, ¿de acuerdo?
- De acuerdo, papá. –asentí.
Ayer tuvo lugar la actuación por el día del padre en mi colegio. Yo salí a recitar un poema que escribí para papá. Se lo dediqué antes de empezar a declamarlo. Cuando acabé, todos aplaudían menos él, que se estaba secando las lágrimas con su pañuelo.
Fin





ser nosotros mismos





creo que este nos va a muchas personas, solo cambiar para caerles bien  a los demás, ser como somos

valores a los hijos

saber ser grandes personas para poder enseñar

LIDERAZGO Y MOTIVACION SUBIR LA MONTAÑA


valores dentro d la familia

Los Valores familiares entre los miembros de una familia se establecen relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo de las personas.
La familia es la comunidad donde desde la infancia se enseñan los valores y el adecuado uso de la libertad. Las relaciones personales y la estabilidad familiar son los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. Es por esto que en la familia se inicia a la vida social.
Es en la familia donde se enseñan los primeros valores; valores que serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la persona. Entre otros destacan los siguientes:La alegría:

La alegría es un valor que se siembra primeramente en el seno familiar. Es en el núcleo familiar donde se procura que los miembros se ayuden unos a otros en sus necesidades, en la superación de obstáculos y dificultades, así como el compartir los logros y éxitos de los demás.

La generosidad:
La generosidad es uno de los valores que se fomentan en la vida familiar. Entendiendo por generosidad el actuar en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría. Hacer algo por otras personas puede traducirse de diferentes maneras, por ejemplo, dar cosas, prestar juguetes, dar tiempo para escuchar y atender a otro miembro de la familia, saludar, perdonar.
Se notará una actitud generosa en una persona que se esfuerza por hacer la vida agradable a los demás miembros de la familiar.
El respeto:
El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que se fomentan dentro de la familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a sus opiniones y sentimientos. Respeto hacia las cosas de los demás miembros, respeto a su privacidad, respeto a sus decisiones, éstas, por supuesto, adecuadas a la edad de la persona. Es en la familia donde el niño aprende que tanto él o ella como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados.
La justicia:
La justicia se fomenta en el seno de la familia al establecerse lo que corresponde a cada miembro de la misma. Recordemos que la justicia consiste en dar a cada uno lo que les corresponde. Una persona que se esfuerza constantemente por respetar los derechos de los demás y le da a cada uno lo que debe, tiene la virtud de la justicia.
La responsabilidad:
La responsabilidad supone asumir las consecuencias de los propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás. Para que una persona pueda ser responsable tiene que ser consciente de sus deberes y obligaciones, es por ello, de gran importancia que los hijos tengan sus responsabilidades y obligaciones muy claras. Por ejemplo, el niño debe tener claro que es su responsabilidad la calidad y el esfuerzo en sus estudios, que debe poner el mayor trabajo y empeño en esta actividad, en beneficio propio y en respuesta a la oportunidad que le brindan sus padres.
El desarrollo de la responsabilidad en los hijos es parte del proceso educativo, esto con vistas a la participación de los hijos en la vida familiar primero, y a la vida en sociedad después, de una manera responsable y autónoma.
La lealtad:
La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen a otros, de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así como los valores que representan. La aceptación y el reconocimiento de este vínculo no se centra hacia el futuro, como una posibilidad, sino que es una realidad actual. Este vínculo no pasa con el tiempo, es profundo, suele madurar y fortalecerse a la larga.



miércoles, 27 de noviembre de 2013

valores economicos

Un valor económico es el valor de un bien o servicio, según lo determinado por el mercado.
Los  valores económicos de un bien o servicio ha desconcertado a los economistas desde el principio de la disciplina. En primer lugar, los economistas trataron de estimar el valor de un bien a una persona sola, y extender esta definición a los bienes que pueden ser intercambiados. A partir de este análisis fue el valor de los conceptos en uso y valor de cambio.
Maximización de la riqueza predice que una persona va a elegir para obtener el bien o servicio en el lugar donde sea más barato, cuando el importe entregado es el menor.
El valor está vinculado al precio a través del mecanismo de intercambio. Cuando un economista observa un cambio, dos importantes funciones de valor se revelan: la de que el comprador y el vendedor. Así como el comprador revela lo que está dispuesto a pagar por una cierta cantidad de un bien, también lo hace el vendedor revelando lo que le cuesta a renunciar a lo bueno.
Información adicional acerca del valor se obtiene por la velocidad a la que las transacciones se realizan, diciendo a los observadores el grado en que la compra de la mercancía tiene un valor en el tiempo.
Dicho de otra manera, el valor es la cantidad de un objeto deseado o la condición de vlaor respecto a otros objetos o condiciones. Los valores económicos se expresan como “cuánto” de una condición deseable o  materias primas,  pudiera ser entregado a cambio de alguna otra condición deseada o mercancía. Entre las escuelas rivales de la teoría económica existen diferentes indicadores para la evaluación del valor y la métrica son objeto de una “teoría del valor”. Las teorías de valor son una gran parte de las diferencias y desacuerdos entre las diversas escuelas de economía.




los valores en nuestra vida


desde que nacemos nuestros padres son los que nos enseñan los valores, con el tiempo  nosotros somos los que aprendemos a valorarnos y a valorar a los demás.
en nuestra vida cotidiana siempre aplicamos los valores en lo que estemos haciendo.

los valores sociales "saber como ser"

Los valores sociales es el componente principal para mantener buenas y armoniosas relaciones sociales.  Les recomendamos este articulo sobre valores socialesAdemas les podemos mencionar la paz, respeto, igualdad, fraternidad, solidaridad, dignidad, cooperación, honestidad, honradez, libertad, responsabilidad, amor, sinceridad.

Son hechos sociales que se producen en el entorno.  Existe una intercomunicación entre cada uno de los valores antes enunciados.  Son complejas y a veces existen discrepancias.   Estos principios son fundamentales en las relaciones humanas entre los individuos, organizaciones y entre los países.  La buena práctica de los valores sociales cultivan las actuaciones positivas de las personas, importante si lo aplicamos desde la niñez.

Por medio de la paz logramos buenas relaciones sociales.  Elrespeto es la expresión de consideración que se hace a terceros y asímismo.  La igualdad es sinónimo de equidad, todos tenemos los mismos derechos.  La fraternidad es la acción noble que promueve la unión entre los integrantes de una organización.  A través de lasolidaridad expresamos el apoyo a una causa.  La dignidad es el respeto que debemos tener al comportarnos,  La cooperación es la asistencia que ofrecemos de manera desinteresada.  Cuando nuestro comportamiento es correcto decimos que existe lahonestidad.

La honradez es la conducta intachable.  La libertad es el valor más apreciable ya que es la forma de expresar por voluntad propia nuestros actos, no sentimos presión u obligación por nada ni por nadie.  Responsabilidad es responder a nuestros actos.  Por mediodel amor expresamos el afecto  y buena voluntad.  Lasinceridad es la expresión de veracidad.

A través del tiempo y en diferentes escenarios para garantizar la conveniencia en la sociedad de manera pacífica los valores sociales se utilizan para la  de acuerdos, documentos y el establecimiento de convenios, entre otros.